(del gr. aer) m. Mezcla gaseosa que forma la atmósfera terrestre, elementos indispensable para la vida de todos los seres orgánicos, incolora, inodora, compuesta aproximadamente de una parte de oxigeno y cuatro de nitrógeno, en volumen, variando la proporción según diversas condiciones. Contiene también pequeñas cantidades de ácido carbónico, amoniaco, argón, nitritos y materias orgánicas. No solamente la composición de la mezcla de aire, también la temperatura, la presión y la humedad influyen sobre el organismo. Elemento constitutivo de la naturaleza. II – circulante. Volumen de aire que habitualmente respira la persona. II – complementario. Aire en exceso, que puede ser introducido en los pulmones por una inspiración forzada. II – estacionario. El que permanece en los pulmones durante la respiración normal. II – funcional. El que entra y sale de los pulmones en la respiración normal. II – residual. Aire que queda en los pulmones después de una respiración fuerte